jueves, 28 de abril de 2011

Bolivia

Hola a todos!!!

Por fin, ya tenía ganas de escribiros pero los días que llevo en Tucumán desde mi vuelta de vacaciones están siendo intensos, hemos tenido que preparar la "empanadeada", (segunda actividad de promoción del libro de recetas de la fundación) pero bueno voy sacando raticos para contaros mi último viaje, que esta vez ha sido toda una aventura.

El martes 19, Marina y yo viajamos con destino Bolivia, la idea era conocer el sur del país, ya que nos habían dicho que era espectacular y aprovechar que Marina debía salir del país ya que como turista solo puede estar 3 meses seguidos y si sales el plazo empieza de nuevo. Así que con la escusa, nos marchamos para allí.

Nuestra primera parada era La Quiaca, último pueblo del norte argentino, que tiene frontera con Villazón que es el primero boliviano, el paso de la frontera se hace a pie, tienes que andar unos diez minutos desde la estación de bus, hasta que llegas a la oficina de migraciones donde haces los trámites. Aunque la foto es un poco pequeña, si os fijáis bien podréis ver las dos banderas (podéis jugar a encontrar donde esta la boliviana).

Paso fronterizo La Quiaca-Villazón

Una vez en Villazón tomamos un tren para llegar a nuestro primer destino Uyuni. La primera fotografía es esperando a tomar el tren y la segunda es en la estación de llegada (pero al día siguiente).


Uyuni es un pueblo bastante pequeñito, llegamos a la estación cerca de 2 de la mañana, menos mal que nuestro hostel estaba en la primera plaza que había, nada más salir de la estación, porque teníamos muchas ganas de descansar. El hostel tenía una literas muy confortables, con unas sábanas "especiales" según nos dijo su dueño. La verdad es que así era, estaban hechas de la misma tela que los forros polares y cuando te metías a la cama no tenías esa sensación de frío tan desagradable, fue todo un descubrimiento. Además se agradecía que fueran así, ya que Uyuni está a 3663 metros de altura y cuando el sol se iba hacía bastante frío. Nuestro primer día en Uyuni lo dedicamos a pasear y a conocer la ciudad, pero sobretodo a tomar fuerzas para la gran excursión que se nos avecinaba al día siguiente el GRAN SALAR DE UYUNI!.

Marina con las mantas "especiales" del hostel Piedra Blanca

Plaza principal de Uyuni 

Foto con los chicos de Santa FE

Voy a contaros pocas cosas, prefiero que veáis fotos ya que hablan por si solas, solo algunos detalles, este salar es el más grande del mundo tiene como 12.000 km2 de extensión y una 10 toneladas de sal, así que cuando llegas solo se ve blanco y más blanco, parecía el polo norte (bueno me imagino que el polo norte será así jejejejje). Antes de llegar a la llanura del salar, pasamos por un cementerio de trenes, ya que Uyuni era punto clave de las lineas de ferrocarril de la zona y había un taller para arreglar los trenes averiados, ahora la zona no es tan importante y está todo abandonado. Después fuimos a Colchani, un pueblecito en el que nos enseñaron como secan la sal y un pequeño museo de figuras, ahí nos enseñaron la Quinoa, un cereal muy valorado. Cuando íbamos de camino nos cruzamos con un montón de llamas, muy típicas de esa zona del país. Ese día nos dieron de comer Quinoa y Llama (sabe como una mezcla entre cerdo y ternera). Por último, la visita al salar, las vistas eran increíbles. A mi me sorprendio la sensacion de soledad, de vacío. En las fotos aparecen los chicos de Santa Fe (Argentina) que hicieron con nosotras la visita, eran encantadores, al igual que Santos nuestro guía.

 Sobre un pie (todo el mundo se hacía una foto así ¿Traerá suerte?)


1ª foto con el cachirulo

....Llama se llama....

El museo con la figuras de sal

Con un sombrero hecho con la tela típica boliviana

Carne de llama, quinoa, y ensalada de pepino

2ª foto con el cachirulo

Con el salar de fondo

Foto "artística" del salar

Paisaje del salar

Como veis tengo una par de fotos con un cachirulo, me lo dejo una señora de Alagón que había ido a Bolivia a visitar a su sobrino y se lo había llevado, cuando lo vi me salió toda la maña que llevo dentro (según Marina), evidentemente me emocione y le pedí por favor que me lo dejará para las fotos.¡¡Que emoción!!

Cuando llegamos a Uyuni nos encontramos con una procesion de Semana Santa, ya que no pude disfrutar la de Zaragoza al menos vi una aquí....

Cofrades de Uyuni

Esa misma tarde agarramos nuestras mochilas y nos fuimos al siguiente destino Potosí, ciudad de la que viene el dicho "Vale más que un Potosí", es una antigua ciudad colonial a los píes del gran Cerro Rico, una mina de la que se extraen un montón de minerales (plata, cobre, zinc, estaño....) y que en una época, hizo que la ciudad fuera de las más pobladas del mundo. Llegamos bastante tarde tambien también a la 1:30 de la mañana después de un viaje algo complicado,nos habían avisado que el transporte por Bolivia era complicadas, lo vivimos de primera mano. El autobús era viejo, la ventana no nos cerraba, entraba polvo y bastante frío, la carretera, más que carretera, era un camino de tierra, fuimos parando por varios pueblecitos en los que subía o bajaba gente que se quedaban de pie en el pasillo del bus y bueno algún detalle más que omitiré para que a mi madre no le de un ataque al corazón, (es broma mamá no es para tanto) jejejejejje.

Autobús Uyuni-Potosí (con gente de pie en el pasillo)

Voy a hacer un inciso para contaros el problema del "mal de altura" (Potosí está a 4100 metros), en mi caso el síntoma principal era la falta de aire, como bien dijo Nelson el chico de Santa Fe de vez en cuando te tenías que para a pensar en respirar. De vez en cuando, notas como una pequeña presión en la cabeza pero bueno es algo de malestar que no aunque no afecta demasiado la verdad es que se nota.

A la mañana siguiente, recorrimos la ciudad, visitamos la casa de la moneda, museo en el que se descubre el poder social que tuvo la ciudad en el mundo, fue una cuna de arte, el museo guarda muchas de la obras de los pintores de la zona, además de todo lo relacionado con los minerales y la plata para las monedas que generaba el cerro. Fue un día tranquilo, después de cenar encontramos una pequeña cafetería con repostería casera, que era muy bonito, Marina me propuso que monte una así en Zaragoza, así que si no me sale nada de trabajo social....ya tengo una idea jejejjejeje.

Entrada de la casa de la moneda (imagen típica de las postales)

En la casa de la moneda de Potosí

Calle de Potosí con el Cerro Rico al Fondo

En la plaza central

Cafetería con repostería casera (y Wifi raro en Bolivia)

Al día siguiente, fuimos a conocer las minas del cerro, fuimos Olga (nuestra guía), Marina y yo, ¡¡fue increíble!!. Nos dijeron cuando contratamos las excursión, que no encontraríamos mineros trabajando al ser  domingo y además Pascua y que quizá la visita desmerecería un poco, pero para mí fue al revés nos encontramos una mina con un montón de leyendas y ritos alrededor, así que la falta de actividad de ese día acompañaba mucho más. Dentro de la montaña, a la que conocen como la "pachamama" (es decir la Madre Tierra), se encuentra el "tío" una figura de barro con aires demoniacos que veneran dentro de la mina, él es el encargado de fecundar a la "pachamana" para que produzca minerales. A raíz de ahí, surgen bastantes  rituales  y normas que los mineros (15.000 hombres, la "pachamama" es muy celosa y no quiere mujeres dentro de la mina) cumplen al pie de la letra. La visita fue espectacular y sobretodo muy mística, realizamos rituales y nos aventuramos a salir escalando, Olga nos dijo que estaba muy orgullosa de nosotras jajajjajaj.

Vistas de Potosí desde la entrada de las minas

Marina, Olga (nuestra guía), el "tío" y yo 

Y del viaje poco más, esa misma tarde hicimos el camino de vuelta, autobus "conflictivo" (aunque esta vez fue mejor, era más nuevo) hasta Uyuni, tren hasta Villazon (donde paramos a hacer compras ya que es muy barato) y por último la llegada a La Quiaca a tomar el autobús con destino Tucumán, casi tenemos un pequeño problema porque olvidamos que en Bolivia es una hora menos (como en Canarias primo!!) y aunque nosotras pensábamos que llegábamos con una hora de tiempo, en realidad llegamos por los pelos, ¡¡Menos mal!!

Por otra lado, comentaros que hoy no voy a poner nada sobre Tucumán ya que próximamente haré otra entrada para contar todo lo sucedido por aqui antes y después de Pascua.

Para acabar, quiero mandarle un besazo enorme a Diego que fue su cumple el 20 de abril y como me pillo en  el viaje le felicité de aquellas maneras.

¡¡¡Bienvenido a los 25!!!! 

Muchos Besos 
-Lau-

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